Carta a la UDS

Carta a la UDS

Querida Unión Deportiva Salamanca:

Hace 10 años escribí esta frase: “Tu ausencia es una enfermedad que nos acompañará toda la vida” y así lleva siendo desde hace casi 10 años. Si hace hoy 10 años, el día que cumpliste 90, nos hubieran dicho que 10 años después ya no estarías con nosotros, a los autores de tal afirmación los hubiéramos tildado de locos.

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Pero la realidad ha demostrado que hubieran tenido razón, muy a nuestro pesar. Te fuiste hace 10 años, o te dejamos ir entre todos, aunque algunos digan lo contrario. No soy yo quien para decirle a alguien que por qué cree en fantasmas. Allá cada cual.

Quizá sea el momento de recordarte como te mereces, de que recordemos todas las alegrías que nos diste. Quizá sea el momento de pensar que, como para todos nosotros, la vida es efímera, limitada y finita, y que también lo fue para ti. Quizá sea el momento de que, al menos, por mi parte, acabe el duelo. Hay que avanzar, seguir adelante, pero recordándote siempre.

Mi primer recuerdo, como no podía ser de otra manera, es en el Helmántico, no recuerdo cuándo, supongo que con 4 o 5 años. Recuerdo estar en los hombros de mi padre, para que pudiera verte, ver qué pasaba sobre el césped. Jugabas contra el Sevilla y en la portería del Fondo Norte, paraba un balón Paco Buyo. Nunca le podré agradecer a mi padre, como se merece, que me hiciera seguidor tuyo. Seguidor de la Unión Deportiva Salamanca. Es un orgullo serlo aún, por supuesto.

Otro recuerdo inolvidable fue la tarde / noche del ascenso en Albacete. No pude desplazarme hasta tierras manchegas porque al día siguiente tenía examen en la Universidad. La manía de los profesores de poner exámenes cuando peor le vienen a uno seguirá existiendo, digo yo. Esa noche solo pude seguir tu partido por la radio, supongo que por la Cadena Ser, que era la única que se escuchaba en casa. Inolvidable correr por el pasillo de casa con el gol de Urzáiz en el 95 con la radio de la mano, gritando y dando saltos. Y los goles en la prórroga… pues se puede imaginar.

Quizá mi mejor recuerdo sea el ascenso en Vitoria. Poder verte en directo ascender a Primera División es algo que no se puede olvidar. Poder vivir un ascenso a Primera, así en general, es algo inolvidable, sobre todo para equipos poco acostumbrados a campar por la Primera División, como era tu caso. Pero además se dieron circunstancias personales que hicieron de aquel día, algo inolvidable. Vivir aquel partido junto con Sergio, mi mejor amigo y hermano y su madre Nieves es de esos momentos que marcan a uno como persona, porque además, Nieves falleció meses después víctima de un cáncer. Todas esas circunstancias hacen que a día de hoy, aquel momento no se haya borrado de mi mente, ni se borre nunca.

Recuerdos hay muchos, claro, la Noche de Reyes ante el F.C. Barcelona, la remontada ante el Atlético de Madrid aquellos lunes, el 6-0 al Valencia con un Rogerio, que a día de hoy, todavía no sabrá como hizo aquel gol..., pero no todos felices, es evidente. El peor recuerdo, el impacto del silencio del Helmántico cuando Miguel García cayó desplomado sobre el césped del Helmántico aquel fatídico domingo 24 de octubre de 2010 cuando jugabas contra el Real Betis. Aquello es algo que te deja marcado para siempre.

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Tdos los recuerdos, los felices y los tristes, al final sirven para aprender, pero como digo hay que seguir adelante, recordarte por todo lo bueno que nos diste, por todas las alegrías, por todos los momentos vividos contigo, que fueron muchos.

Hoy cumplirías 100 años. Y creo que hay que celebrarlo con alegría. Gracias por haber dejado que formáramos parte de tu vida. 100 años de gracias, mi querida Unión Deportiva Salamanca.

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Escrito por: Jorge Diego. (@_gica19)

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